Agua en los oídos: ¿Cómo protegerlos al nadar para evitar la otitis?

Disfrutar de un día en la piscina o en la playa es una de las mejores formas de relajarse y divertirse. Sin embargo, el contacto prolongado con el agua puede tener consecuencias negativas para tus oídos, como la otitis externa, comúnmente conocida como "oído de nadador".

En este artículo, te explicaremos los riesgos, los cuidados esenciales y lo que puedes hacer para prevenir infecciones y problemas auditivos mientras disfrutas del agua.

¿Por qué es importante proteger los oídos del agua?

Los oídos son órganos delicados, que están diseñados para autolimpiarse y protegerse de agentes externos. Sin embargo, cuando el agua queda atrapada en el canal auditivo puede alterar su equilibrio natural, favoreciendo la proliferación de bacterias y hongos, causando infecciones, inflamación, dolor, picazón, enrojecimiento y, en algunos casos, la pérdida temporal de la audición. 

Riesgos de no proteger los oídos del agua

Si no tomas las precauciones necesarias, podrías experimentar:

• Otitis externa: Es la infección más común asociada a la inflamación de los oídos


• Complicaciones: Si no se trata adecuadamente, la otitis externa puede extenderse a otras partes del oído y causarte complicaciones más graves


• Dolor e incomodidad: La infección puede generar dolor intenso, dificultando tus actividades diarias


• Pérdida auditiva temporal: El agua acumulada genera una sensación de tener los oídos tapados


• Infecciones bacterianas o micóticas: Podrían aparecer si no se elimina adecuadamente el líquido contenido dentro de los oídos

¿Cómo proteger los oídos del agua?

Aquí tienes algunas prácticas recomendadas:

• Usa tapones: Existen algunos de silicona, diseñados específicamente para nadar. Además, crean una barrera física que impide que el agua entre al conducto auditivo


• Sécalos después de nadar: Usa una toalla limpia y seca suavemente la parte externa del oído. Inclina la cabeza hacia un lado para ayudar a que salga el agua atrapada


• Utiliza gorros de baño: Un gorro bien ajustado puede ser una barrera extra para que mantengas los oídos secos


• No introduzcas objetos en los oídos: Evita los hisopos (o “cotonitos”) para intentar sacar el agua, ya que podría empujarla más, dejar los residuos del algodón dentro y aumentar el riesgo de infección. Incluso, pueden dañar el tímpano


• Soluciones de secado: Puedes usar gotas especiales para secar el agua del canal auditivo, pero debes consultar a un médico especialista antes de usarlas. La acción más sencilla es que tú mismo te seques los oídos con una toalla seca y suave


• No sumerjas la cabeza en el agua si tienes una herida en el oído: Esto podría aumentar el riesgo de infección

 ¿Qué es lo que NO debes hacer si entra agua a tus oídos?

• No utilizar aire caliente: El secador de pelo puede causar quemaduras o irritación


• Evita usar alcohol o vinagre caseros: Aunque podrían parecer efectivos, es mejor no arriesgarse con sustancias no recomendadas por profesionales de la salud


• No ignores las molestias prolongadas: Si sientes dolor, picazón o una sensación de oído tapado por más de 24 horas, consulta a un médico

¿Cuándo debes consultar a un especialista?

Si, pese a los cuidados, tienes síntomas como dolor intenso, secreción, pérdida de la audición o fiebre es crucial que acudas a un médico familiar o a un otorrinolaringólogo. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones, como infecciones crónicas o daño del tímpano.

Limpieza de oídos: La importancia de la higiene

Mantenerlos limpios y secos es fundamental para prevenir infecciones. El “cerumen” del oído, aunque a veces molesta, actúa como una barrera protectora natural. Sin embargo, un exceso de éste o la presencia de humedad pueden crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos.

¿Por qué es importante la higiene de los oídos?

• Previene infecciones


• Protege el conducto auditivo


• Mejora la audición

Prevención de la otitis en los niños

Los más pequeños son más propensos a las infecciones del oído, por eso es importante proteger sus oídos cuando están en el agua. Además del uso de tapones, para ellos se recomienda: 

• Realizar una limpieza regular: Limpia sus oídos con una toalla suave después de cada baño


• Evitar el uso de juguetes acuáticos que faciliten el ingreso de agua en sus oídos


• Visitar regularmente al pediatra o a un médico familiar: Los controles pediátricos permitirán detectar cualquier problema auditivo a tiempo y, además, recibirás las recomendaciones adecuadas


• Evitar cambios bruscos de temperatura: Pueden favorecer la aparición de infecciones. Por eso, evita que tus hijos se expongan a corrientes de aire frío después de nadar


• Tener una alimentación saludable: Una dieta equilibrada fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir infecciones


• Hidratarlos: Asegúrate de que beban suficiente agua para mantener las mucosas hidratadas, ya que así pueden proteger sus vías respiratorias


• Enseñarles a sonar la nariz correctamente: Una adecuada higiene nasal previene la propagación de infecciones hacia los oídos


• Evitar el uso compartido de objetos personales: Los niños no deben compartir toallas, almohadas o auriculares con otros, ya que esto podría facilitar la transmisión de bacterias

Cuidar tus oídos mientras disfrutas del agua es sencillo si sigues estas recomendaciones. Usar tapones, secarlos adecuadamente y evitar hábitos perjudiciales marcará la diferencia.

Unos oídos saludables son claves para que disfrutes plenamente de tus actividades acuáticas sin preocupaciones, por eso te invitamos a prevenir para que cuides tu salud y alcances tu bienestar.